martes, 23 de junio de 2009

miércoles, 15 de octubre de 2008

El Campo y la Ciudad


¿Qué cosas hay en el campo que no hay en la ciudad?
Hoy con segundo grado vamos a ver fotos del campo y de la ciudad. Vamos a comparar estas fotos para escribir luego qué cosas hay en el campo que no hay en la ciudad.

lunes, 11 de agosto de 2008

martes, 24 de junio de 2008

Historia de los Inventos

La TECNOLOGÍA estudia la evolución de los distintos productos tecnológicos, su historia y cómo aparecieron. Dentro de este estudio encontramos a los "inventos" y cómo fueron cambiando en el tiempo.

Luego de visitar el sitio LIBROS MARAVILLOSOS - HISTORIA DE LOS INVENTOS contestar las siguientes preguntas.

Cuestionario:
1- ¿Quién inventó el TIMBRE ELECTRICO?
2- ¿Cómo se escribía antes del SIGLO XVII?
3- ¿Cómo estaban construidos los primeros LÁPICES DE GRAFITO?
4- ¿En qué fecha se inventa la PLANCHA ELÉCTRICA?
5- ¿Qué no tenían las antiguas bicicletas?

martes, 17 de junio de 2008

Una leyenda de la Patagonia

Elal nació en la isla que había hecho Kóoch en medio del mar, ahí donde había empezado la vida.
Apenas nació, un gigante malo mató a la madre, que era una nube. Por eso, al bebé lo cuidó su abuela, el Tucutucu (hoy, los tucutucus son parecidos a ratones sin cola y viven en cuevitas bajo la tierra).
Kóoch sabía que Elal iba a ser muy poderoso cuando fuera grande (¡claro, si había sido idea suya!). Los animales también. Pedo además se enteró el gigante; no se sabe cómo. Y porque no le gustaba que hubiera alguien más poderoso que él, decidió comerse al recién nacido y así, de paso, sacarse el hambre.
Atrapó a Elal, se lo llevó a una caverna y lo puso en el suelo, mientras se preparaba para hacer su maldad. Pero en ese momento, por una agujerito en un rincón del piso, apareció la abuela, salió corriendo, levantó al nene y se lo llevó bajo tierra. Al gigante le dio una rabia tremenda, pero no pudo hacer nada más que rugir y patear el suelo.
El problema era que la abuela no podía tener al nietito siempre bajo tierra, y además el gigante andaba todo el tiempo buscándolo y al fin lo iba a encontrar. Por eso ella tuvo que pedir ayuda, y llamó a los pájaros y a otros animales. Todos aceptaron tratar de salvar a Elal, menos los cuervos y algunos pocos más. Los otros empezaron a estar todo el tiempo cuchicheando, pasándose mensajes y escondiendo a Elal en distintos lugares para que el gigante no lo encontrara, mientras esperaban el momento justo para sacarlo de la isla en una balsa que estaban construyendo en secreto.
El Zorrino también ayudaba, y así fue como una noche lo mandaron para avisar que la balsa ya estaba lista y que al día siguiente iba a ser la fuga. Estaba tan contento de que las cosas fueran bien, que se le notaba con sólo verlo, y cuando el gigante lo vio pasar, le llamó la atención:
-¿Qué le pasa a éste? – pensó - ¿En qué andará?
Lo alcanzó y l atajó:
-¿Por qué estás tan contento? ¿No serás de los que esconden a Elal, no?
El pobre Zorrino se asustó tanto que empezó a decir cualquier cosa, y cuanto más hablaba, más se embrollaba. Al fin contó todo: dónde estaba Elal y cuándo pensaban llevárselo. Por suerte, los oyó la Lechuza (que siempre está despierta de noche) y fue volando a contar lo que había pasado. Cuando el gigante llegó al lugar donde estaban escondidos Elal y sus amigos, ya no quedaba nadie. El monstruo se tuvo que conformar con hacer pedazos la balsa recién terminada.
En castigo por hablar lo que no debñia, al Zorrino le quedó ese olor tan feo, y por eso no tiene amigos. Pero aprendió la lección y ahora ya no deja que nadie lo ataje en el camino, como hizo el gigante. Si alguien se le acerca mucho, levanta la cola y lo rocía de arriba abajo con su chorro hediondo.
Pero volviendo a la historia, había que apurarse a sacar a Elal de la isla. Como ya no habñia balsa y era demasiado peligroso esperar a hacer otra, Kukn – el Cisne – fue el encargado de la fuga. Se sentó al bebé a caballo en el lomo y voló y voló sobre el mar, hasta llegar a la Patagonia. Aprovechando a otros bichos con alas, viajó también otra cantidad de animales. Algún pájaro llevó al Tucutucu-abuela.
Y la abuela se ocupó de criar a Elal.
Elal, que no era un nene cualquiera, creció muy rápido. Tenía unos meses, nada más, y ya hablaba, caminaba y comía solo. Al año, parecía que tenñia diez.
Pero al gigante no se lo iban a sacar de encima tan fácilmente, no. Era muy porfiado. Se las ingenió – no me pregunten cómo, porque no sé – y un día apareció en la Patagonia.
Todos se asustaron mucho; todos menos Elal. Porque ahora ya era fuerte y no se iba a andar escapando. Así que se fue derechito a buscarlo, aunque la abuela no quería porque tenía miedo de que acabara mal. Cuando vio que el nieto se iba, le dijo:
-Por lo menos, quiero que me hagas caso en esto. Si él te corre y te llama, no te des vuelta para mirarlo porque te vas a convertir en piedra; el gigante tiene ese poder. Y si se puede, tendrías que pegarle en el talón, porque ahí es débil.
Elal buscó y por fin encontró al gigante, que estaba durmiendo. Se le acercó despacio, se paró junto a uno de sus enormes pies, juntó fuerza y le pegó una tremenda patada en el talón…
Ustedes pensarán que el gigante se murió ahí mismo o que al menos se retorció del dolor. Están muy equivocados. Lo que hizo fue despertarse inmediatamente, dar un bufido furioso, pararse de un salto y empezar a correr a Elal.

martes, 10 de junio de 2008

Gráficos Estadísticos

Los gráficos estadísticos aparecen en los libros, los diarios y tambiñen en Internet. Nos permiten leer" de ellos mucha información. Por ejemplo: las lluvias de un mes, las temperaturas de un año, la cantidad de hermanos de mis compañeros, los votos que sacó un candidato a presidente...
En clase vamos a realizar varios de estos gráficos, utilizando el programa MICROSOFT EXCEL.